El período de transición es el momento más crítico del ciclo productivo de una vaca lechera. Uno de los principales factores que determinan si una vaca realiza la transición de manera eficiente es su capacidad para mantener concentraciones normales de calcio en sangre alrededor del parto.
El calcio es esencial para el mantenimiento de la función normal de casi todas las células, incluidas las del sistema inmunitario. Sin el calcio adecuado, las vacas y las novillas en primera lactación corren el riesgo de sufrir hipocalcemia (deficiencia de calcio) y un mayor riesgo de infecciones y enfermedades debido a que la actividad de las células inmunitarias se ve afectada.
Las necesidades metabólicas y fisiológicas de calcio aumentan drásticamente a medida que se acerca el parto: el proceso de parto, la producción de calostro y la síntesis de leche implican una necesidad de calcio que puede superar la cantidad de calcio disponible en el organismo de la vaca, lo que puede provocar hipocalcemia subclínica o clínica.
Un estudio reciente reveló que más del 40 % de las vacas y el 14 % de las novillas de primera lactación presentan concentraciones de calcio en sangre inferiores a 8,4 mg/dl después del parto (Venjakob et al. 2017). Estos animales con hipocalcemia subclínica corren un mayor riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas e infecciosas después del parto, lo cual destaca la importancia del estado del calcio durante el período de transición.
Afortunadamente, la incidencia de la hipocalcemia puede reducirse mediante el uso de estrategias nutricionales adecuadas.
Las concentraciones de calcio en sangre comienzan a descender varias horas antes del parto debido al inicio de la producción de calostro. Durante este tiempo, la ingesta de materia seca suele ser baja, lo que agrava el problema. Las concentraciones de calcio en sangre seguirán descendiendo después del parto, alcanzando sus niveles más bajos entre 12 y 24 horas después del parto. Las vacas que sufren deficiencia de calcio no suelen recuperarse por completo hasta dos o tres días después del parto, cuando las concentraciones de calcio en sangre deberían volver a un rango normal de 8,5 a 10 mg/dl.
Para comprender la importancia del problema de la hipocalcemia subclínica en su explotación, colabore estrechamente con su veterinario para desarrollar un protocolo de toma de muestras de sangre de vacas recién paridas: las muestras de sangre deben tomarse de vacas multíparas, idealmente 48 horas después del parto (ventana de muestreo: entre 36 y 60 horas después del parto) y se debe analizar al menos 15 vacas para obtener una visión general representativa de la incidencia de hipocalcemia subclínica en el rebaño.
Los valores de calcio en sangre deben ser iguales o superiores a 8,5 mg/dl, y cualquier valor inferior a este indica un problema subyacente.
La hipocalcemia puede prevenirse mediante una serie de estrategias, todas ellas diseñadas para mantener la concentración óptima de calcio en sangre. Los enfoques más prácticos y eficaces se basan en la capacidad de controlar la ingesta de macrominerales de la dieta, como el cloro, el azufre, el sodio y el potasio. Al alimentar con una ración con un alto contenido de iones negativos (cloro y azufre) y una menor inclusión de iones positivos (sodio y potasio), la sangre de la vaca se vuelve ligeramente ácida. Esto estimula los procesos fisiológicos necesarios para movilizar las reservas de calcio óseo e iniciar la absorción del calcio intestinal de la dieta, ambos necesarios para satisfacer las demandas de calcio asociadas al parto. Esta estrategia se conoce como alimentación con una ración con diferencia catión-anión negativa (DCAD).
Anistart es un producto con amplia investigación y probado en campo: se trata de un producto mineral aniónico concentrado y muy apetecible para las raciones de vacas secas que, cuando se añade a la ración de secas tres semanas antes del parto, puede ayudar a optimizar el metabolismo del calcio. De este modo, AniStart ayuda a reducir la incidencia de hipocalcemia clínica y subclínica, lo cual contribuye a reducir la incidencia de trastornos metabólicos y no metabólicos asociados.
Al prevenir la aparición de estas enfermedades, AniStart permite a los ganaderos mejorar el rendimiento de sus vacas lecheras durante el periodo de transición y también puede dar lugar a un aumento de la producción de leche durante la lactación posterior.
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